martes, 22 de febrero de 2011

CUADRO COMPARATIVO DE METODOS

METODO
DEFINICION
CARACTERISTICAS


DEDUCTIVO
La deducción va de lo general a lo particular, parte de verdades previamente establecidas
Parte de datos generales aceptados como valederos


INDUCTIVO
La Inducción va de lo particular a lo general, observa hechos generales que permiten hacer observaciones particulares
Observa, registra, clasifica y analiza los hechos, para redactar una hipótesis que solucione el problema planteado


ABDUCTIVO
El método abductivo sugiere que algo puede ser pero debe ser demostrado
Incorpora carácter transitorio o inestable a la explicación

CONCORDANCIA GRAMATICAL SEXO Y GENERO

LA CONCORDANCIA
         Como parte de las actividades establecidas en la cátedra redacción y composición seguidamente se presenta el informe sobre Concordancia; sexo y género.
Definición de Concordancia
         La CONCORDANCIA se define como  la igualdad de accidentes entre las palabras variables relacionadas en un texto.
En este momento vale la pena recordar que que los accidentes gramaticales son los cambios que sufren las palabras variables (sustantivo, verbo, pronombre, adjetivo, artículo), y que se expresan por medio de las terminaciones. Los accidentes del español son: a) para el sustantivo, el adjetivo, el artículo y el pronombre: el género y el número (para el pronombre, también la persona y el caso); b) para el verbo: el número, la persona, el tiempo y el modo
Los accidentes que deben hallarse en concordancia son el género, el número y la persona.
Las faltas o errores de concordancia reciben el nombre especial de discordancias.

NORMAS Y EXCEPCIONES QUE REGULAN LA CONCORDANCIA
A. Concordancia nominal: Es la igualdad de género y número entre las categorías nominales (sustantivo, adjetivo, artículo, pronombre). La palabra que “marca la pauta” es el sustantivo; por lo tanto:
· A un sustantivo masculino le corresponden las formas masculinas del artículo, del adjetivo y del pronombre: el PERRO negro, pequeño, dormilón. ¿Cuál PERRO? Este (ese, aquel). Análogamente, a un sustantivo femenino le corresponden formas femeninas.
· A un sustantivo en plural le corresponden las formas plurales del artículo, del adjetivo y del pronombre: unas CABAÑAS blancas, espaciosas, altas. ¿Cuáles CABAÑAS? Estas (esas, aquellas). Análogamente, a un sustantivo en singular le corresponden formas en singular.
Casos especiales:
· Si un adjetivo se coloca detrás de dos o más sustantivos en singular, y se refiere a todos estos, generalmente va en plural: un profesor y un alumno universitarios.
· Si un adjetivo se coloca delante de dos o más sustantivos y se refiere a todos estos, generalmente concuerda con el más próximo: asombrosa capacidad y habilidad, asombroso potencial y sabiduría.
· Si los sustantivos son de distinto género, la concordancia se hace en masculino (plural masculino de generalización): alumnos y alumnas desordenados.

         A manera de observación deben evitarse las construcciones que proponen “concordancias simultáneas”, separando dos artículos por una conjunción,  el o los profesores, la o las estudiantes, el y la profesora, los y las jóvenes. Si no se quiere repetir el sustantivo (el profesor o los profesores, el  profesor y la profesora), y el contexto ayuda a aclarar el sentido, hay que usar el plural masculino para generalizar: los profesores (= los profesores y las profesoras); los padres (= el padre y la madre), los reyes de Holanda (= el rey y la reina).
         Algunos piensan que el plural masculino de generalización es discriminatorio contra la mujer, y pretenden corregir este presunto “pecado de la lengua” no solo con el uso ejemplificado anteriormente, sino también con la repetición: Los profesores y las profesoras de la universidad otorgarán reconocimientos a los alumnos destacados y a las alumnas destacadas. Podemos ver que, cuando no hay intención enfática o especialmente aclaratoria, tal forma de expresión resulta innecesariamente larga y recargada.
 La intención “antidiscriminatoria” puede llegar a producir construcciones sumamente extrañas para el buen estilo, tales como esta, que incluso viola la gramática: Los y las profesores y profesoras de la universidad otorgarán reconocimientos a los o las alumnas o alumnos destacados o destacadas (¡¿?!).
Si tal tendencia continúa, habrá que admitir que se diga los seres humanos y las “seras” humanas, para que nadie (o “nadia”) se sienta “discriminado y/o discriminada”; y si la cosa llega al extremo, tendremos entonces que los alumnos (varones) destacados estudiarán en institutos y recibirán reconocimientos, mientras que las alumnas destacadas, por su parte, estudiarán en “institutas” (¡!) y recibirán “reconocimientas” (¡!).
B. Concordancia verbal: Es la igualdad de número y persona del verbo con respecto a su sujeto. En efecto, la palabra que “marca la pauta” es el sujeto (generalmente, un sustantivo); por lo tanto:
· A un sujeto de primera persona le corresponden formas verbales de primera persona: Yo creo que tengo mala suerte. Análogamente, a la segunda persona y a la tercera les corresponden sus formas propias: tú dices que las alumnas (= ellas) han leído.
· A un sujeto en plural le corresponden formas verbales en plural: nosotros leímos, los profesores (= ellos) escribieron.
Casos especiales:
· Con dos o más sujetos en singular unidos por la conjunción y, el verbo va en plural: el joven y su novia trabajan ( sing. + sing. = pl.).
· Si los sujetos son nombres de cosa unidos por la conjunción y, si el segundo no lleva artículo por sobreentenderse que es el mismo, y si ambos se consideran un solo concepto, el verbo puede ir en singular: La entrada y salida de autobuses es continua.
C. Concordancia por el sentido (o silepsis)
La concordancia por el sentido consiste en atender a los seres o cosas designados por los vocablos, y no a las reglas gramaticales, para establecer la conformidad de los accidentes (el ser o cosa al cual se refiere una palabra se llama, en lingüística, referente).
Casos principales:
· Si el género gramatical de un nombre de cargo o dignidad es distinto del género natural de la persona que lo lleva, la concordancia se atiene al género natural: Su Majestad (sustantivo femenino) es muy generoso (masculino, si se refiere al rey), o muy generosa (femenino, si se refiere a la reina).
· Si un nombre colectivo (multitud, mayoría, grupo, equipo, tropa...) está en singular, el adjetivo o el verbo pueden ir en singular o en plural, atendiendo al género y al número del sujeto gramatical o a los del sujeto lógico; por ejemplo:
está contenta (femenino singular),
La mayoría (fem. sing.) de los estudiantes (mas. plural) o bien: están contentos (masculino plural, por los estudiantes, sujeto lógico).
La concordancia en plural es más aceptable cuando el sustantivo colectivo lleva un complemento en plural (la mayoría de los estudiantes, un grupo de nuestras profesoras, la muchedumbre de manifestantes...).
Si no lleva tal complemento, se prefiere la concordancia en singular, especialmente en la lengua escrita.
3. UN ERROR MUY FRECUENTE: LE POR LES
Una discordancia que se ha vuelto muy frecuente es el empleo del pronombre singular le en vez del plural les cuando corresponde usar el plural.
Véanse los siguientes ejemplos:
· El profesor *le dio el examen a los estudiantes. Le (= a él, a ella, objeto indirecto) se refiere, en esta oración, a los estudiantes; entonces debe ponerse en plural: les (= a ellos, a ellas).
· Pancho *le está escribiendo una carta a Deboraht y a Silvana. Le se refiere tanto a Deborath como a Silvana ( sing. + sing. = pl.); entonces debe ponerse en plural: les.
· *Le compramos juguetes a los muchachos.
· No *le grites a tus hermanos.
· Voy a darle una sorpresa a mis primos.
· Dile a ellos que quieren oirlos.
Este uso, que estaba limitado al lenguaje hablado y coloquial, se está extendiendo cada vez más en los medios de comunicación, incluso en la lengua escrita. Sin embargo, si se desea respetar la norma académica, debe usarse la forma plural les cuando el caso lo exija.
4. USO DEL ARTÍCULO MASCULINO SINGULAR (EL, UN) CON NOMBRES FEMENINOS (“EL AGUA”)
Los sustantivos femeninos que comienzan por la vocal a- (o ha-) tónica llevan la forma masculina del artículo (el, un) en singular.
Ejemplos: el agua, el área, el ave, el asa, el arma, el alma, el ánima, el alga, el aya, el ama, el asma, el ancla, el aspa, el asta, el arca, el águila, el hacha, el hada, el hampa, el habla, el haya, el hambre (así mismo , un ave, un arma, un águila, un hacha, un hada, etc.).
Esta peculiaridad no es causa de que el sustantivo cambie su género femenino. Por consiguiente, se dirá y escribirá: el agua clara, el hacha filosa, el hada madrina, un ama severa, un área extensa, el alma buena, el arma peligrosa, un ave hermosa, el águila majestuosa, un haya frondosa... Nótese, pues, que todos los adjetivos van en género femenino, como debe ser.
En plural, la concordancia se efectúa de manera totalmente normal: las aguas claras, las hadas buenas, unas áreas extensas, unas armas peligrosas...
Atención:
· Si un adjetivo se intercala entre el artículo y el sustantivo, el artículo recupera su forma normal femenina: el ave pequeña / la pequeña ave; el hacha filosa / la filosa hacha; la extensa área, una bella hada.
· Delante de los adjetivos que comienzan por a- o ha- tónicas, el artículo conserva su forma normal femenina: la alta cumbre (no *el alta cumbre).
· Con los sustantivos que comienzan por a- o ha- átonas, el artículo conserva su forma normal femenina: la amistad, la aparición, la avecilla, la aeromoza. (Sin embargo, en el castellano antiguo, se usaban los artículos el y un incluso ante sustantivos que comenzasen por a- o haátonas.)
· Con los nombres propios femeninos, y con los nombres de las letras a y h, el artículo conserva su forma normal femenina: la Ana, la Ángela, la a, la hache. Sin embargo, se dice y escribe el alfa (primera letra del alfabeto griego).
· Con los adjetivos pronominales esta, esa, aquella, alguna y ninguna, la concordancia se efectúa normalmente: esta hacha, aquella área, alguna águila, ninguna hada (incorrecto: *este hacha, *aquel área, *algún águila, *ningún hada).
· La palabra avestruz es de género masculino; por lo tanto: el (un) avestruz, los (unos) avestruces.
         Después de revisar la bibliografía e interpretar los distintos tipos de concordancia, podemos ver lo importante que esta es sobre todo en la redacción de informes, artículos e inclusive en la propia tesis doctoral, quien aspire a ser doctor debe cuidar sobre manera este tema para no caer en errores que le restarían brillo a una idea o investigación, que en su esencia, pueda ser brillante




SEXO Y GENERO
         Sexo y género: dos conceptos diferentes
         De acuerdo con Perez 2004, desde el momento en que nacemos, dependiendo de si se es niña o niño, empezamos a recibir un trato diferenciado por parte de quienes nos rodean.
         Además, se nos inculcan valores y creencias que desde pequeños delimitarán los atributos y las aspiraciones sociales que según nuestro sexo debemos tener; se nos educa para comportarnos de cierta manera a partir de la diferencia sexual sin que esto se relacione con las capacidades reales de los individuos.
         Por ejemplo, se promueve la destreza física, el liderazgo y la fuerza en los varones; mientras que en las niñas se fomenta la dulzura y la pasividad.
         Según la antropóloga Marta Lamas, el género es el conjunto de ideas sobre la diferencia sexual que atribuye características femeninas y masculinas a cada sexo, a sus actividades y conductas, y a las esferas de la vida; mientras que el sexo se refiere a las diferencias biológicas y naturales que las personas tenemos al nacer.
         Otros investigadores nos indican que el genero es solo para las palabras y que sexo tienen los seres humanos, animales y algunas plantas, esto amplia el campo de discusión.
         De esta forma, el sexo está determinado por las características genéticas, hormonales, fisiológicas y funcionales que a los seres humanos nos diferencian biológicamente; y el género es el conjunto de características sociales y culturales asignadas a las personas en función de su sexo.
         Por ejemplo, cuando una persona nace con determinadas características biológicas o sexuales, se le designa determinadas actividades, valores, roles y comportamientos diferenciados, unos que deben cumplir las mujeres y otros que deben cumplir los varones.
         Por ello, la forma como nos relacionamos mujeres y hombres está determinada por las normas de orden jurídico, social, religioso, tradiciones, reglas y roles que son las bases de una cultura en un momento histórico determinado.
         Especialistas en el tema explican que a través de la cultura se trasmiten las normas y valores de una sociedad, cuya permanencia se logra mediante el proceso de socialización y aprendizaje en las instituciones sociales como son la familia, la escuela, la iglesia, el estado y los medios de comunicación.
         Es decir, este proceso de aprendizaje suele repetir las formas de pensar y de actuar lo que finalmente también reproduce los valores negativos y las inequidades entre hombres y mujeres.
         Por todo lo señalado, podemos concluir que el hacer cosas que tradicionalmente hace el otro género, no implica un cambio de sexo, por el contrario, nos abre la posibilidad de compartir y decidir qué es lo que queremos ser y hacer, sin estar sujetos a un destino fijo antes de nacer.
         Como conclusión podemos decir que en virtud de lo marcada que ha sido la participación de la mujer en todo el ámbito mundial, las leyes, normas, e inclusive estructuras organizacionales han cambiado y se han adaptado a este nuevo rol, sin embargo la redacción de algunos documentos (inclusive una que otra constitución nacional) tienen errores en el uso de la palabra género, y hasta se redactan leyes con títulos como “ley contra la violencia de género”

BIBLIOGRAFIA:

Basulto, Hilda (1996). Curso de redacción dinámica. 3.a ed. México: Trillas. Véase Concordancia, pp.
85-87.
Real Academia Española (1973). Esbozo de una nueva gramática de la lengua española. Madrid: Espasa
Calpe. Véase el capítulo 3.6. Concordancia, y la sección 2.6.4. Variantes, contracciones y
composición [del artículo y los demostrativos].
Seco, Manuel (1986). Diccionario de dudas y dificultades de la lengua española. Madrid: Espasa Calpe.
Consúltense los artículos “concordancia” y “el” (artículo definido).

INTELIGENCIA INTEGRAL Y ESCRITURA

INTELIGENCIA INTEGRAL Y ESCRITURA
         Ya en el trabajo anterior se presento un cuadro resumen donde se mencionaban las principales características de los distintos tipos de inteligencia que forman la Inteligencia Integral. Ahora bien intentaremos responder en el siguiente análisis la pregunta: Como se puede aplicar la inteligencia integral en la escritura?-
         Para responderla debemos considerar en primera instancia que un dominio sobre el tema a escribir o discernir es muy importante para  que sea acertado en lo que se pretende comunicar, bien por ser un estudioso o especialista en el tema, o bien por que el escrito sea precedido por una ardua investigación.
         Luego se deben utilizar las distintas herramientas que cada una de las distintas inteligencias nos aportan, La inteligencia racional, esa que nos distingue de los demás seres vivos debe llevar la batuta al momento de redactar un documento escrito, el uso de la razón permitirá una escritura coherente, metódica, secuencial, descriptiva del tema tratado, buscando la forma de transmitir el conocimiento  o plasmar la idea de la manera mas clara posible. El uso de la inteligencia racional en la escritura debe ser considerado tanto para la redacción de artículos científicos, como la escritura de informes, ensayos, propuestas, proyectos y desde luego para eso tan importante que se llama La tesis Doctoral (para aquellos que aspiren a ser doctores).
         La inteligencia Física tiene que ver con el esta de salud del escritor, su capacidad para sentarse horas a escribir, su salud visual, su descanso, las buenas costumbres y posturas al escribir, el relax, el ejercicio físico que le permita acondicionar su organismo para estar sentado por periodos de tiempo prolongados, el fortalecimiento y acondicionamiento de espalda y brazos. Todo esto permitirá mayor fluidez en la escritura sin interrupciones frecuentes por agotamiento o malestares en el organismo.
         En el caso de la inteligencia Emocional se puede decir que la persona que escribe debe estar emocionalmente apta para hacerlo, no debe tener preocupaciones, molestias, disgustos, sentimientos que puedan sacarlo de concentración y que no permitan que las ideas fluyan y sean transmitidas al lenguaje escrito. Por el contrario se deben buscar momentos de tranquilidad, sosiego incluso estar de buen humor en excelente estado anímico y si es posible buscar un ambiente adecuado para ello.
         La intuición no pareciera jugar papel muy importante en la escritura sin embargo podemos mencionar que el simple hecho de manejar el teclado con habilidad, hacer las correcciones eventuales, guardar el documento frecuentemente, consultar el diccionario para verificar una palabra dudosa, son parte de esa inteligencia intuitiva que hacen un aporte importante al escritor,
         Y por ultimo sobre la inteligencia ambiental, se puede decir que poco a poco se ha ido incorporando sutilmente a cada informe escrito, bien por que el tema como tal asi lo requiera, o bien por que el escritor busque de no gastar papel innecesariamente, energía eléctrica que no se necesite, ahorrando tinta-
CONCLUSION
         El uso de la inteligencia integral en la escritura es algo que toda persona deba usar independientemente, de que sea estudiante, profesional, o una sencilla secretaria-
         En el caso particular de una Tesis Doctoral, el investigador debe engranar todos estos aspectos que a la larga, le permitirán llegar a los lectores de su trabajo con mayor facilidad, expresando sus ideas, criterios y reflexiones, de manera adecuada, entendible y clara.